sábado, 17 de octubre de 2009

Para 5to. Reactivo Limitante

Lectura.
Cálculos estequeométricos
Juan es un adolescente de 16 años. El vive en Paysandú y concurre al liceo Nº1
de esa cuidad en el turno matutino. Éste año cursa 4º año y los días miércoles a 1º y 2º hora tiene la asignatura Química, al igual que los viernes a 4º hora. Hasta mitad de año no tuvo ningún tipo de problemas con ésta asignatura.
Un miércoles cuando llegó a la clase de Química ahí se encontró con su
problema. El profesor empezó a dar un nuevo tema. Éste se llamaba “Cálculos
estequeométricos”. Cuando sintió el nombre por primera vez, por su cabeza pasaban
pensamientos como “¿qué es esto”: ¡¡ah no, ya esto me parece muy difícil!!. No
entiendo.” Asustado por el nombre del tema Juan trató de prestar el máximo de atención a la clase para no perderse de nada. No quería dejar de oír ninguna palabra del profesor para poder entender el tema. Cuando la clase culminó, el profesor les dejó un ejercicio para que resolvieran de deberes para la clase siguiente; pero Juan como no había entendido nada en la clase, decidió no hacer ningún ejercicio ni abrir el libro para estudiar y así comprender el tema.
Como todos los días al salir del liceo Juan iba rápido para su casa para poder
almorzar, y así salir “volando” para el trabajo. El trabajaba en la panadería del padre que queda en la calle Uruguay; en pleno centro.
El trabajo de Juan en la panadería era bastante aburrido y rutinario. Por un lado
tenía un plato lleno de milanesas. Al lado de éste había un segundo plato lleno de
rodajas de tomate; y al lado de éste había una caja con panes tortuga. Su función era
colocar una milanesa, dos rodajas de tomates en un pan tortuga; de esta manera Juan
obtenía un refuerzo de milanesa para luego ser vendido en la panadería.
Ese miércoles de tarde el padre le pidió que hiciera 50 refuerzos de milanesa. A
su vez le encargó que calculara la cantidad de milanesas, rodajas de tomate y panes
tortuga que iba a precisar para preparar esos 50 refuerzos.
Por un momento Juan quedó mudo; lo que el padre le pedía era muy similar al
problema que el profesor había propuesto en la clase sobre cálculos estequeométricos.
Se tranquilizó y pensó: “para preparar un refuerzo necesito 2 rodajas de tomate; 1
milanesa y pan tortuga”.
Ese razonamiento lo escribió en un pizarrón que tenía cerca, de la siguiente
manera:
1 milanesa + 2 rodajas de tomate + 1 pan tortuga obtengo 1 refuerzo de milanesa.
Entonces:
“para preparar 50 refuerzos precisaré...”
“x” milanesa + “x” rodajas de tomate + “x” pan tortuga y así obtener 50 refuerzos.
• Para calcular la cantidad de panes realizó el siguiente razonamiento:
1 refuerzo de milanesa _____precisa_________ 1 pan tortuga.
“si quiero” 50 refuerzos de milanesa __precisaré__”x” panes tortuga.
“x” panes tortuga = 50 panes.
• Para calcular la cantidad de tomates necesarios pensó:
1 refuerzo de milanesa __precisa 2 rodajas de tomate.
“si quiero” 50 refuerzos de milanesa precisaré “x” rodajas de tomate.
“x” rodajas de tomate = 100 rodajas.
• Para calcular la cantidad de milanesas necesarias para armar los 50 refuerzos
hizo el mismo razonamiento:
1 refuerzo de milanesa precisa 1 milanesa.
“si quiero” 50 refuerzos de milanesa precisaré “x” milanesas.
“x” milanesas = 50 milanesas.
A Juan resolver ésta situación no le pareció para nada difícil. Debido a la
similitud con el ejercicio que el profesor les había mandado de deberes para
resolver, al regresar a su casa de tardecita, se sentó en la mesa y leyó tranquilamente la letra del ejercicio. El problema era el siguiente:
“El dióxido de azufre, gaseoso, se combina con el oxígeno de la atmósfera para
formar el trióxido de azufre gaseoso.”
La ecuación química que representa el proceso es la siguiente:
2SO2 (g) + O2 (g) → 2SO3 (g).
a) ¿Qué cantidad de SO2 (g) y O2 (g) se precisan para formar 4 mol de SO3 (g)?
b) ¿Qué cantidad de SO3 (g) se formará si se combinan 6 mol de SO2 (g) con 3 mol
de O2 (g)?
Teniendo en cuenta el razonamiento realizado por Juan en su trabajo, ¿ te animas
a resolver el ejercicio tú?.

Trabajo realizado por el prof. Pablo Alonso. FUENTE: http://www.maristas.edu.uy/

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